Una Industria Que Mueve Millones...
Empecé a visitar laboratorios y a averiguar un poco más de esta industria. Fue allí en donde encontré una primera respuesta. A nadie le conviene que la gente cure su acné.
Los laboratorios, las farmacias y los dermatólogos ganaban millones de dólares gracias a este fenómeno. Los únicos perjudicados éramos los que sufríamos del acné.
Mientras siguiéramos con este problema, seguiríamos comprando sus productos, yendo a sus consultas y gastando miles de dólares. Era un negocio completo.
Es por ello que las cremas, antibióticos o lociones funcionan sólo por un corto período de tiempo. Están hechas para que usted, yo y todos sigamos comprando eternamente y los únicos beneficiados sean ellos!
Fue en este momento en donde decidí que esto debía llegar a su fin. Debía encontrar la manera de detener esto y de poder ayudar a miles de personas que estaban sufriendo el mismo problema que yo.
Debía Empezar Por El Principio
Para solucionar un problema, uno debe dirigirse a la causa del mismo. Es por ello que empecé a investigar cuál es la razón por la que la gente tiene acné, por qué tantas personas no pueden deshacerse de él y lo padecen incluso hasta la adultez.
Esta Iniciativa Me Motivó A Descubrir...
Lo que hace la mayoría de los productos para el acné es atacar los efectos del mismo, pero ninguno hace foco en la causa. Es por ello que son tan inefectivos y el acné nunca desaparece definitivamente.
La clave está en combatir la raíz del problema.
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